El fútbol profesional de Indonesia vivió una jornada de furia y dolor, luego del partido entre simpatizantes del Arema FC y Persebaya Surabaya se generaron incidentes entre las hinchadas, lo que llevó a la intervención policial para disuadir a los revoltosos. Esto provocó mayor violencia y un saldo oficial de al menos 125 fallecidos. Los disturbios se produjeron luego de que el árbitro pitó el cierre y el equipo de Persebaya se adjudicó el clásico de Java Oriental, por 3-2. Los simpatizantes del Arema FC., molestos con el desempeño del juez, saltaron en masa hacia “el interior del campo de juego”, según el diario local Kompas.
La agencia local Antara Jatim citó fuentes policiales que indicaron que muchos de los muertos fallecieron en el campo de juego del Kanjuruham Stadium, de Malang. El inspector general en Jefe de la Policía regional de Java Oriental, Nico Afinta, confirmó en conferencia de prensa el fallecimiento de cientas de personas, de las cuales al menos dos eran miembros de la Policía Nacional.