
La semana pasada, se derribó un globo chino gigante, que Estados Unidos describió como espía, en los cielos estadounidenses. Luego, dos objetos más pequeños fueron derribados frente a la costa de Alaska y Canadá. Los objetos generaron preocupaciones sobre la seguridad de América del Norte y tensaron aún más las relaciones con China.
El Pentágono afirmó que el primer globo tenía una góndola del tamaño de tres autobuses y que pesaba más de una tonelada, así como que estaba equipado con múltiples antenas y paneles solares lo suficientemente grandes como para alimentar varios sensores de recopilación de inteligencia. China afirmó que el globo estaba realizando una investigación meteorológica.