
Día a día, ChatGPT y otras inteligencias artificiales están presentes en los titulares de casi todos los medios tecnológicos. En estos pequeños asistentes conversacionales, muy fáciles de usar, hemos encontrado herramientas realmente útiles a la hora de resumir textos, buscar ideas o simplemente resolver dudas. Lo podemos utilizar a través de una web específica donde solo debemos registrarnos con nuestro e-mail.
Usuarios cuentan cómo ChatGPT los ha ayudado. “Subí un trabajo hecho con ChatGPT y saqué un 10″, “Le pedí a ChatGpt que me arme menús saludables para la semana con proteína, verduras & carbohidratos y me detalló todas las comidas día por día”, “Le pedí la lista del súper a ChatGPT y la armó perfecto”, etc.
Los debates sobre su uso y la posibilidad de que pueda llegar a reemplazar el trabajo humano abandonaron su abstracción y se volvieron más reales ante la democratización de las IA. El problema ya se detectó en el ámbito académico. El uso de ChatGPT para escribir trabajos provocó que algunas instituciones prohibieran su uso.
Le pedí a ChatGpt que me arme menús saludables para la semana con proteína, verduras & carbohidratos y me detalló todas las comidas día por día. Esto es increíble.
— Buenos Paladaires (@buenospala) February 13, 2023