
Este lunes por la noche, la policía detuvo a una mujer de unos 50 años y sus dos hijos en la zona oeste de Rosario, sospechados de estar involucrados en el ataque a balazos que mató a Máximo, un niño de 11 años, e hirió a otros menores. Durante el procedimiento, se secuestró un vehículo que podría haber sido utilizado en el crimen.
En la casa de la mujer se encontraron estupefacientes. A pesar de que no se ha determinado su participación, los hijos de la mujer fueron aprehendidos. El fiscal Adrián Spelta, quien interviene en la causa, señaló que este episodio muestra que “se perdieron los códigos”.