
Una base militar perteneciente a los Estados Unidos fue bombardeada en el noreste de Siria. El ataque se dio con dos cohetes que no causaron daños materiales o víctimas, según confirmó el Mando Central de Estados Unidos. Los ataques fueron realizados por milicias proiraníes y en los últimos meses se han vuelto regulares.
“Los ataques de este tipo ponen en riesgo a las fuerzas de coalición, a las fuerzas aliadas y a la población civil, y socavan la estabilidad y la seguridad ganadas con tanto esfuerzo de Siria y la región”, ha declarado el coronel Joe Buccino, portavoz del Centcom.
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