
El Papa Francisco fue dado de alta a las 8 de la mañana (hora Italia) del hospital Gemelli de Roma en el que permanecía desde el 7 de junio cuando fue operado por una hernia abdominal. El pontífice salió en silla de ruedas del lugar y sonrió a la cantidad de medios y personas que lo esperaban.
Cuando una periodista le preguntó como se sentía, el Papa respondió “Todavía vivo”. Regresó al Vaticano donde deberá descansar. El domingo rezará el ángelus asomado a la ventana del palacio pontificio, pero no celebrará la audiencia general del miércoles en la plaza de San Pedro.