Los 781 obispos católicos africanos rechazaron la decisión del Vaticano de permitir bendiciones a parejas homosexuales, considerándolas inapropiadas para la cultura del continente. La declaración, respaldada por todos los prelados africanos, critica el documento “Fiducia Supplicans” del Vaticano y destaca que la Biblia prohíbe explícitamente la homosexualidad.

El presidente de la Conferencia Episcopal africana, cardenal Fridolin Ambongo Besungu, consultó al Papa Francisco antes de hacer la declaración pública, subrayando la brecha en la Iglesia entre tradicionalistas y progresistas.