En medio del clima político caldeado por la movilización convocada en su defensa, Cristina Fernández de Kirchner reapareció públicamente este miércoles para hacer un reclamo insólito pero simbólicamente potente: quiere saber si puede o no salir al balcón de su departamento en Monserrat. Su equipo legal presentó una nota ante el Tribunal Oral Federal N° 2, solicitando que se aclare esa cuestión, ya que su prisión domiciliaria incluye restricciones ambiguas. La exmandataria, condenada por la causa Vialidad, busca que se delimiten con precisión sus derechos de movimiento.

A través de su cuenta en la red social X (antes Twitter), CFK publicó la presentación legal que ingresó esta mañana, horas antes de la marcha en su apoyo prevista para las 14:00 en Plaza de Mayo. En su publicación, lanzó una frase que rápidamente se viralizó: "¿Puedo salir o no al balcón de mi casa? Parece joda, pero no...". Su defensa advirtió que las restricciones impuestas por el tribunal no detallan si este tipo de comportamiento, como saludar o hablar desde el balcón, está permitido o no.

El planteo de los abogados apunta a una orden judicial que le exige "abstenerse de adoptar comportamientos que puedan perturbar la tranquilidad del vecindario y/o alterar la convivencia pacífica de sus habitantes". En ese marco, solicitaron que el tribunal indique expresamente si salir al balcón está "prohibido, ya sea en forma total o parcial; y, en este segundo supuesto, cuáles son los alcances de la restricción". Esto se vuelve clave, ya que el martes fue el primer día desde la sentencia definitiva en que Cristina no salió a saludar desde ese espacio.

La dirigencia kirchnerista también se expresó. Mayra Mendoza, intendenta de Quilmes, fue una de las voces más firmes al respecto. En defensa de CFK, declaró: "¡Les molesta hasta el balcón de Cristina!", cuestionando duramente a la Justicia. La dirigente de La Cámpora se refirió al uso simbólico de ese lugar por parte de la expresidenta, quien desde allí saludó y agradeció a los manifestantes que permanecen en vigilia. Sin embargo, desde la notificación judicial, Cristina optó por no exponerse mientras espera una definición oficial.

La defensa sostuvo que la líder del Frente de Todos siempre cumplió con todas las obligaciones judiciales impuestas, tanto en esta causa como en otras. En su escrito remarcaron: "Para que la regla de conducta antes aludida adquiera la debida precisión entendemos que, dadas las consecuencias sancionatorias que podría acarrear su incumplimiento, deviene imprescindible que sea integrada con una indicación específica por parte del órgano jurisdiccional competente". Advirtieron, además, que de no obtener respuesta clara, podrían llevar el reclamo a organismos internacionales de derechos humanos.

En el centro del debate está la reciente condena definitiva en la causa Vialidad: 6 años de prisión e inhabilitación perpetua para ejercer cargos públicos, lo que la dejó en una situación judicial límite. Cristina cumple prisión domiciliaria en su departamento de Monserrat debido a su edad, y el martes a la tarde fue notificada formalmente sobre las condiciones que debe seguir para evitar una detención en cárcel común. A pesar de ello, el fallo no especifica detalles sobre su relación con el espacio público inmediato, como el balcón.

En paralelo, sectores del peronismo, La Cámpora, la izquierda y movimientos sociales comenzaban a movilizarse desde temprano hacia la Plaza de Mayo. La jornada fue planteada como una muestra de respaldo a Cristina y como rechazo al accionar del Poder Judicial, al que acusan de tener motivaciones políticas. El centro porteño comenzó a llenarse de banderas, cánticos y carteles mientras crecía la expectativa sobre una posible aparición de la exmandataria, que aún depende de la interpretación judicial de su "libertad de balcón".