Así fue el último día del papa Francisco
Un adiós marcado por la fe y el compromiso. ¿Qué hizo el pontífice en su despedida final?
Pese a las advertencias médicas y el delicado estado de salud que lo aquejaba desde hacía semanas, el papa Francisco decidió mantenerse activo hasta el último instante. El domingo de Pascua, una de las fechas más relevantes para la Iglesia católica, salió al balcón de la basílica de San Pedro para dar su saludo pascual y la tradicional bendición "urbi et orbi", en la que volvió a condenar la violencia global, pidió paz para los pueblos en conflicto y defendió los derechos de los más vulnerables, como migrantes y perseguidos. Aunque su voz apenas alcanzó para el saludo inicial, el mensaje fue leído en su nombre por el arzobispo Diego Ravelli ante una plaza colmada de fieles que celebraron con emoción su aparición.
¿Qué otros gestos marcaron su último día como pontífice?
Además del mensaje pascual, Francisco se reunió brevemente con el vicepresidente de Estados Unidos, JD Vance, con quien intercambió saludos festivos y obsequios simbólicos. Sin embargo, el momento más conmovedor del día fue su paseo en el papamóvil por la plaza de San Pedro, donde miles de personas lo aclamaron entre vítores, pañuelos y aplausos. El pontífice, visiblemente debilitado, saludó a los presentes y se detuvo para bendecir a niños y bebés. Para muchos, esa caminata entre la multitud fue una despedida silenciosa, pero profundamente emotiva, del líder espiritual que marcó una época con su estilo cercano y sus mensajes de inclusión.
Última aparición con vida del Papa Francisco, este domingo en el Vaticano.
— Poirot (@Argenpoirot) April 22, 2025
Se lo ve sin fuerza, perdido, pero aún así tratando de bendecir a los bebés, aunque no podía mover el brazo.
Dió toda su fuerza para pasar la Pascua, aunque ya sabía el final. Se quiso despedir. pic.twitter.com/RAnqqVS9cc
Así, Francisco cerró su papado con un gesto de entrega total: asumiendo el peso de su deterioro físico, se mostró ante el mundo con la misma convicción que lo caracterizó durante años. Quienes lo vieron ese día aseguran que su presencia fue un acto de valentía y liderazgo, una forma de decir adiós sin pronunciarlo, cumpliendo hasta el final la misión que se propuso: estar con su gente, incluso en la fragilidad.