Crece la morosidad y hay alarma en los bancos
La morosidad en los préstamos personales y las tarjetas de crédito alcanzó una suba que enciende luces de preocupación
El repunte del crédito en Argentina vino acompañado de una señal de alerta: con datos de mayo, la morosidad en los préstamos personales trepó al 5,5% y alcanzó el 3,8% en las tarjetas de crédito. Son niveles que no se registraban desde 2021, tras la salida de la pandemia, y reflejan las tensiones que aún persisten en los bolsillos de los consumidores, pese a la baja de la inflación.
El impacto de la morosidad
En paralelo, la cantidad de créditos otorgados -hipotecarios, personales y también tarjetas- tuvo un crecimiento sostenido en los primeros cinco meses del año. El interés por volver a financiarse, en un contexto de cierta estabilidad macroeconómica, impulsó las solicitudes, sobre todo entre trabajadores registrados y segmentos de ingresos medios.
La morosidad en los créditos que toman las familias volvió a crecer en junio y está en máximos de los últimos tres años, según el BCRA. https://t.co/2OLada8RUC pic.twitter.com/kHoUX7N1PQ
— Ignacio Olivera Doll (@ioliveradoll) July 16, 2025
Sin embargo, el aumento en la morosidad expone un límite. En el caso de los préstamos personales, el 5,5% de atraso marca un salto significativo respecto a meses anteriores, mientras que el 3,8% en tarjetas revela que muchos usuarios están teniendo dificultades para sostener sus consumos con crédito.
La suba de tasas en algunos productos y la pérdida de poder adquisitivo acumulada podrían estar detrás de estos números. Los analistas coinciden en que el sistema financiero sigue siendo sólido, pero advierten sobre la necesidad de monitorear la evolución del endeudamiento de los hogares.