El lavado de cara no funcionó

La Corte Suprema de Justicia confirmó la condena a prisión perpetua para Nahir Galarza, rechazando el recurso extraordinario presentado por su defensa. Galarza fue sentenciada por el asesinato de su novio Fernando Pastorizzo en 2017, en Gualeguaychú, Entre Ríos. 

El máximo tribunal de Argentina determinó que no había dudas en el caso: Galarza disparó dos veces a su pareja con "frialdad calculada". Desde su arresto en 2018, Galarza cambió su versión varias veces, inicialmente declarando como testigo y luego alegando que el disparo fue accidental. En 2022, acusó a su padre de ser el verdadero autor del crimen, hipótesis que también fue descartada. 

La defensa intentó argumentar que Galarza era víctima de violencia de género, sugiriendo que el asesinato fue un acto de desesperación para que Pastorizzo la dejara en paz. Sin embargo, la Justicia revisó testimonios y mensajes entre la pareja, concluyendo que no había una "desigualdad de poder" en la relación. Galarza, encarcelada a los 19 años, podrá apelar para dar la sentencia por cumplida en 2052, a los 54 años.