La Dirección General de Escuelas decidió suspender las clases presenciales para este martes en Mendoza, al menos durante el turno mañana. La medida alcanza a todos los niveles y modalidades, tanto en instituciones públicas como privadas, por las bajas temperaturas que golpean a gran parte de la provincia.

Frío que cala los huesos

Las mínimas extremas, que en algunos puntos del Gran Mendoza llegaron a -7 °C, afectaron especialmente a barrios populares donde muchas familias no cuentan con calefacción adecuada. Desde el gobierno provincial señalaron que se prioriza el cuidado de alumnos y docentes, especialmente en zonas con infraestructura precaria.

Atención a la evolución del clima

Desde Contingencias Climáticas anticiparon que el frío seguirá durante toda la semana, con heladas intensas y máximas que no superarán los 10 °C. No se descartan nuevas suspensiones si las condiciones no mejoran, aunque se evaluará caso por caso en los próximos días.

Repercusiones en la rutina diaria

Más allá del aula, la ola polar alteró la rutina de miles de mendocinos: hay demoras en el transporte público, cortes en rutas por hielo y un pico en el consumo de gas. Defensa Civil pidió evitar traslados innecesarios y extremar precauciones, sobre todo en la madrugada.

Un invierno que no da tregua

El frío no solo congeló el termómetro: también reavivó el debate sobre las condiciones edilicias de las escuelas y la vulnerabilidad energética en los hogares. Mientras tanto, en los grupos de padres circula una certeza compartida: el invierno mendocino todavía no mostró su peor cara.