Ni Una Menos cumple diez años: el femicidio que lo comenzó todo
Un terrible femicidio de una adolescente y un tweet viral comenzaron este importante movimiento feminista argentino que sigue más vigente que nunca.
El femicidio de Chiara Páez, una adolescente de 14 años embarazada, conmocionó a la sociedad argentina en mayo de 2015. Fue golpeada, asesinada y enterrada por su pareja de 17 años. La brutalidad del crimen activó una reacción inmediata entre periodistas y activistas que, desde el hartazgo, comenzaron a preguntarse por qué no se hacía nada ante la creciente violencia hacia las mujeres. Ese mismo día, la periodista Marcela Ojeda publicó en Twitter: "¿No vamos a levantar la voz? NOS ESTÁN MATANDO".
La respuesta fue casi inmediata. En pocas horas, se armó una red entre periodistas, artistas y referentes sociales que empezó a organizar una marcha nacional. Lo que parecía una convocatoria más se convirtió, el 3 de junio de 2015, en una movilización histórica: más de 200.000 personas se concentraron frente al Congreso de la Nación bajo una consigna clara y urgente: Ni Una Menos. En simultáneo, otras ciudades replicaron la protesta.
Actrices, políticas, artistas, empresarias, referentes sociales ... mujeres, todas, bah.. no vamos a levantar la voz? NOS ESTAN MATANDO
— Ma%u0363r%u036Cc%u0368e%u0364 Oje%u0364d%u0369a%u0363 (@Marcelitaojeda) May 11, 2015
La marcha no surgió solo del impulso espontáneo, sino también de años de lucha feminista acumulada. El colectivo exigía medidas concretas al Estado: presupuesto para políticas de prevención, estadísticas oficiales y hogares-refugio para víctimas de violencia. "El problema es de todos y de todas", denunciaron en un documento leído por figuras como Erica Rivas y Juan Minujín, donde también se reveló que cientos de niños y niñas quedaron huérfanos por estos crímenes.
Ni Una Menos: ¿cómo siguió y cuál fue el impacto del movimiento?
Desde entonces, el 3 de junio se convirtió en una fecha clave para la memoria y la protesta. Bajo el lema Ni Una Menos, cada año se suman nuevas consignas como #VivasNosQueremos o #AbortoLegalYa, ampliando los reclamos sin perder de vista la raíz: la violencia machista que, según estadísticas oficiales, desde 2015 hasta mayo de 2025, se han registrado 2.827 femicidios, lo que equivale a una mujer asesinada cada 31 horas.
Aunque la violencia continúa, el impacto del movimiento es innegable. Como expresó Ojeda años después, "creer que todo iba a cambiar de un día para otro era una utopía, pero hoy ya no da lo mismo". La visibilización logró que los femicidios ya no pasen desapercibidos. El silencio se rompió y el reclamo se volvió colectivo.