Final explicado de Harta, la película de Tyler Perry que golpea el corazón
Una historia sobre una madre que ya no puede más y una verdad que llega demasiado tarde.
La película Harta ya está entre los títulos más comentados de Netflix. Dirigida por Tyler Perry y protagonizada por Taraji P. Henson, este drama cargado de tensión y emociones extremas sigue el camino de una mujer que atraviesa un momento límite en su vida. La historia sacude por completo, pero es su desenlace lo que deja al público con más preguntas que respuestas. ¿Qué pasó realmente con su hija? ¿Qué lleva a una madre a tomar decisiones tan extremas?
¿Qué descubre el público en el tramo final?
Durante casi toda la película, vemos a Janiyah tratando de sostenerse en pie mientras el mundo parece venirse abajo. Sin trabajo, sin ayuda institucional y con su hija gravemente enferma, la protagonista llega a un punto de quiebre y decide atrincherarse en un banco, exigiendo una solución que nadie parece dispuesto a darle. En ese momento, aún creemos que su hija Aria está viva, acompañándola, como una presencia que la mantiene en pie. Pero el giro llega cuando las autoridades acceden a imágenes del hospital y revelan una noticia devastadora: la niña murió antes de que todo esto ocurriera.
El impacto no es solo para los personajes, sino también para el espectador. Durante todo el tiempo, Janiyah ha estado hablando con una figura que ya no está. Su mente se aferra a la única parte de su vida que le daba sentido, y la niega hasta el final. Es un retrato duro y honesto del dolor extremo, de una madre que no puede aceptar la pérdida más grande que se puede imaginar.
¿Qué significa su entrega?
Tras enterarse de la verdad, Janiyah deja caer las armas. No lo hace por miedo, sino por agotamiento y porque, finalmente, acepta la muerte de su hija. Su entrega es un acto íntimo y simbólico: ya no hay más lucha posible, solo queda enfrentar las consecuencias. Aunque la película no detalla qué ocurrirá con ella, deja entrever que su estado emocional podría llevarla a recibir atención psiquiátrica, más allá del castigo penal.
La película no busca señalar culpables de forma directa, pero sí hace una fuerte crítica al sistema y a la forma en que muchas personas, en especial mujeres solas, quedan a la deriva cuando más necesitan apoyo. ¿Fue Janiyah responsable de lo que hizo? ¿O fue víctima de un entorno que nunca la escuchó? La respuesta no es sencilla, y la historia no pretende resolverla.
Con un cierre abierto, sin frases finales ni música de alivio, Harta deja al espectador con un nudo en el pecho. Es una historia que interpela, que incomoda, que duele. Pero sobre todo, que pone en el centro a aquellas personas que, como Janiyah, ya no saben a quién pedir ayuda.