Cien años de soledad: ¿Cómo murió Remedios? ¿La envenenó Amaranta?
La serie Cien años de Soledad de Netflix estrenó este 11 de diciembre. Una de las principales dudas que deja la historia.
En la adaptación de Cien años de soledad de Netflix, uno de los giros más trágicos involucra la muerte de Remedios, la esposa de Aureliano Buendía. Aunque la familia Buendía se encontraba profundamente afectada por su partida, nunca se reveló que alguien haya provocado su muerte.
Sin embargo, la culpabilidad de Amaranta, la hermana de Rebeca, es uno de los aspectos que más llama la atención, ya que la muerte de Remedios ocurre en un momento crucial de la trama.
Remedios había llegado a la casa de los Buendía como una joven llena de inocencia y pureza, transformando la atmósfera de Macondo. A pesar de los conflictos familiares, todos la querían profundamente.
Su muerte, inesperada y misteriosa, fue atribuida a un envenenamiento en la sangre, una condición fuera del control de cualquier ser humano. Sin embargo, el momento de su fallecimiento parece un presagio para Amaranta, quien se había obsesionado con detener el casamiento de Rebeca con Pietro Crespi.
Amaranta, llena de celos y resentimientos, había llegado a planear el asesinato de su hermana para impedir la boda, incluso recurriendo al veneno. Durante días, trató de encontrar una razón para retrasar el matrimonio, y cuando la fecha se acercaba, pensó en envenenar el café de Rebeca.
Sin embargo, su corazón se debatía entre el odio y el amor, y una parte de ella temía llevar a cabo su siniestro plan.
La verdad sobre la muerte de Remedios en 100 años de Soledad
En un giro de destino, Amaranta rezó a Dios para que sucediera algo terrible que evitara el casamiento, sin imaginar que este "algo terrible" sería la muerte de Remedios.
La culpa que sintió Amaranta por el fallecimiento de Remedios la llevó a cambiar el rumbo de su vida. Se convenció de que Dios había escuchado sus plegarias y, por ello, decidió cuidar de Aureliano José, el hijo de Remedios.
La muerte de Remedios también afectó profundamente a Amaranta en su relación con Pietro Crespi. Aunque este le propuso matrimonio tras el rechazo de Rebeca, Amaranta decidió no casarse con él.
Considerándose culpable de la muerte de Remedios, Amaranta se impuso un castigo: rechazar al hombre que amaba, convencida de que su deseo de estar con él había sido el origen de la tragedia.