¿Cómo funciona la Estación Espacial Internacional?
Una de las mayores obras de la humanidad tiene un particular sistema para su funcionamiento.
En la vorágine del día a día, se normalizan los avances tecnológicos que forman parte del ecosistema de la humanidad. Uno de ellos es la Estación Espacial Internacional (EEI), una de las epopeyas más impresionantes de la historia.
El origen de la Estación Espacial
La Estación Espacial Internacional no se construyó de un día para otro: es el resultado de una gesta que comenzó en plena Guerra Fría y terminó convirtiéndose en uno de los símbolos más visibles de la cooperación internacional. Cuando en 1998 se colocó el primer módulo en órbita, nadie imaginaba que más de dos décadas después se convertiría en el hogar temporal de cientos de astronautas y en el mayor laboratorio fuera de la Tierra. Desde entonces, flota a 400 kilómetros de altura y da 16 vueltas al planeta cada día.
Más de 250 astronautas de diferentes países pasaron por sus pasillos en estos 25 años. La Estación Espacial Internacional es un símbolo de hasta dónde puede llegar la humanidad cuando el ingenio tecnológico y la cooperación política se combinan para sostener un pedazo de Tierra en medio del vacío.