Críticas de Rehén, serie de Netflix: política y thriller en Europa
La miniserie de Netflix combina secuestros, política y polarización social en Europa.
Netflix estrenó recientemente Rehén, una miniserie de thriller político que ya se posiciona entre los contenidos más vistos de la plataforma. La historia combina secuestros, crisis sociales y tensiones internacionales, buscando ser tanto entretenimiento como reflexión sobre la fragilidad del sistema europeo actual. La ficción plantea la pregunta de cómo los líderes enfrentan dilemas extremos bajo presión social y mediática.
La crisis de Abigail Dalton
La trama sigue a Abigail Dalton, la nueva Primera Ministra británica interpretada por Suranne Jones, quien debe lidiar con una escasez de medicamentos y la amenaza directa sobre su familia cuando un grupo de médicos en misión humanitaria en la Guayana Francesa es secuestrado, incluyendo a su esposo. Dalton recibe un ultimátum: renunciar antes de las 13:00 del día siguiente o su marido será ejecutado, obligándola a equilibrar la integridad política con su vida personal.
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Intereses internacionales y la presión francesa
En paralelo, la presidenta francesa Vivienne Toussaint, interpretada por Julie Delpy, visita el número 10 de Downing Street con el objetivo de proteger su propia carrera política, aunque esto implique tomar decisiones que perjudican a la población inglesa. Lo que comienza como un thriller clásico de secuestros evoluciona en una reflexión ligera sobre Europa, populismo, polarización y la fragilidad de las instituciones frente a la histeria colectiva.
Guión, ritmo y actuaciones
El atractivo de Rehén reside en su capacidad de equilibrar el entretenimiento con la reflexión social, aunque sin alcanzar la precisión narrativa de series como La Fiebre o The Diplomat. El guión presenta altibajos y utiliza atajos evidentes, priorizando la eficiencia sobre la brillantez, pero la interpretación sólida de Suranne Jones y la dirección de Matt Charman mantienen la tensión y el ritmo durante los cinco episodios de la miniserie.
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Polarización social y redes
La serie aborda cuestiones incómodas sobre el impacto de la crispación social y los intereses mediáticos en la estabilidad institucional. Plantea cómo los Estados enfrentan ideas extremistas disfrazadas de opciones legítimas y refleja la influencia de las redes sociales como nuevos tribunales populares. Aun con estas ambiciones, Rehén logra ser ligera sin caer en la banalidad y reflexiva sin ser pesada, generando debate sin pretender cambiar la conversación política global.
Reflexión final y mensaje de la serie
Aunque no se trate de la serie del año, Rehén deja claro que la sociedad actual está a un hashtag de la histeria colectiva. Con cinco episodios de aproximadamente una hora cada uno, logra mantener al espectador pendiente de la trama mientras plantea un recordatorio inquietante: estamos en un momento histórico donde la polarización, la política populista y los fanatismos mediáticos nos convierten en rehenes de nosotros mismos.