Javier Milei y la polémica designación de jueces en la Corte Suprema
El presidente de la Nación tomó una drástica decisión tras fracasar en varias gestiones en el Senado.
El gobierno de Javier Milei tomó la decisión de designar por decreto a Ariel Lijo y Manuel García-Mansilla como jueces de la Corte Suprema. A través del decreto 137/2025, el presidente resolvió nombrarlos en comisión hasta el final del próximo período legislativo, argumentando la necesidad de completar el tribunal, que funciona con solo tres jueces desde la salida de Juan Carlos Maqueda.
La maniobra, inédita en la historia reciente, generó un inmediato revuelo en la oposición y en el ámbito judicial. Desde el Senado advirtieron que el decreto avanza sobre sus facultades y algunos referentes políticos ya anticipan que buscarán impugnarlo. "Es un atropello a la institucionalidad", señalaron desde Unión por la Patria, mientras que algunos gobernadores aliados al oficialismo manifestaron su incomodidad con la medida.
Judicialización en puerta
Desde Casa Rosada justificaron la decisión como una medida excepcional ante la inacción del Senado. "No vamos a permitir que la política siga bloqueando el normal funcionamiento de la Justicia", afirmaron fuentes oficiales. Al mismo tiempo, aseguraron que el Senado aún tiene la posibilidad de dar su acuerdo definitivo a los jueces propuestos, aunque sin dar señales de negociaciones abiertas.
Con un escenario de judicialización casi inevitable, los próximos días serán clave para definir si la Corte Suprema acepta la toma de juramento de los nuevos jueces o si el tema escala en los tribunales. Mientras tanto, la polémica sigue sumando actores y la designación de Lijo y García-Mansilla se convierte en uno de los primeros grandes conflictos institucionales de la era Milei.