¿Quién ganó El Juego del Calamar 3? Final explicado de la serie
Esto es lo que sucedió en la impactante producción que cautivó al público.
El Juego del Calamar, la serie surcoreana que rompió todos los récords de Netflix desde su estreno en 2021, llegó a su fin con una tercera temporada que no da respiro. Esta vez, Gi-hun regresa a los juegos con una sola misión: detenerlos desde adentro. Pero lo que parecía ser el principio del fin se transforma en un nuevo infierno, más violento, más cruel y con reglas aún más inhumanas.
La bebé 222, la inesperada ganadora
En la prueba final, tres competidores llegan con el cuerpo y el alma destrozados: Gi-hun (456), Myugi (333) y un recién nacido, el hijo de Jun-hee, la joven madre que murió en la prueba del puente. Myugi, en un acto desesperado, intenta matar al bebé, pero Gi-hun lo detiene y lo lanza al vacío. Lo más perturbador: el juego ni siquiera había empezado formalmente. Ante esa trampa moral, Gi-hun se sacrifica para evitar que el bebé se convierta en otra pieza del show.
El sacrificio de Gi-hun y un mensaje inconcluso
Mientras cae al vacío, Gi-hun repite una frase que ya había dicho en la temporada uno: "Los jugadores no son caballos. Los humanos son...". Pero esta vez, no alcanza a terminarla. Su gesto se convierte en símbolo. Él no gana el juego, pero sí la última batalla: le da sentido a su muerte salvando a un inocente. Así, el bebé -registrado como Jugador 222- se convierte, por reglas técnicas, en el ganador de los juegos.
El Front Man sobrevive y el juego continúa
Aunque la isla se autodestruye por orden de Gi-hun, el sistema detrás del juego sigue con vida. El Front Man entrega el dinero del premio a la hija de Gi-hun en Los Ángeles y deja al bebé con su nuevo tutor: el detective Jun-ho. En la última escena, una nueva reclutadora aparece en las calles... y no es otra que Cate Blanchett. Un cameo que no solo sorprende, sino que anticipa un posible spin-off occidental.
¿Un final definitivo? Difícil decirlo
Netflix anunció esta temporada como la última, pero el creador Hwang Dohyuk deja muchas puertas abiertas. La tercera parte no solo cierra el círculo iniciado en 2021, también lanza una nueva reflexión sobre el poder, el espectáculo y la deshumanización. Porque, como bien lo dice la serie, el verdadero enemigo no es el juego... es el sistema que lo hace posible.