Estas son las locaciones donde se grabó Sara, la mujer en las sombras
¿Dónde se filmó Sara, la mujer en las sombras? La serie italiana de Netflix que convierte sus escenarios en un personaje más.
Disponible en Netflix, Sara, la mujer en las sombras no solo atrapa por su intriga y su protagonista enigmática, sino también por su estética sombría y elegante. La serie aprovecha locaciones reales para construir una atmósfera cargada de tensión, donde cada rincón parece guardar un secreto. Lejos del glamour habitual de Italia, aquí el país se muestra desde una mirada más opaca, más gris, pero igual de fascinante.
¿Qué ciudades italianas aparecen en la serie?
La mayor parte de las escenas se grabaron en el norte de Italia, principalmente en la ciudad de Turín y en distintas localidades de la región de Piamonte. Las calles adoquinadas, las plazas silenciosas y los edificios imponentes ayudan a crear una estética visual que remite al cine noir europeo. La arquitectura clásica de estos lugares aporta solemnidad y, al mismo tiempo, una sensación constante de amenaza.
¿Qué sitios reales se usaron como locaciones?
Entre los espacios más destacados se encuentra el edificio que en la ficción alberga la fundación donde trabaja Teresa. En la vida real, se trata de un antiguo palacio reconvertido en museo. También hay escenas rodadas en áreas rurales cerca de Alessandria, en granjas auténticas que aportan realismo al hallazgo de un cuerpo clave para la trama. Estas locaciones no son meramente decorativas: cada espacio transmite emociones y estados internos de los personajes.
Los interiores también fueron cuidadosamente pensados. Por ejemplo, la oficina de Tamburi fue filmada en una antigua galería de arte actualmente desocupada, un espacio cargado de silencio e historia, ideal para un personaje con ambiciones ambiguas. Lo mismo ocurre con el departamento de Sara, un lugar austero que refleja su vida interior marcada por la culpa y los recuerdos.
En conjunto, la serie logra algo poco común: transformar la geografía italiana en una extensión del relato. En Sara, la mujer en las sombras, la ciudad no es solo el telón de fondo; es una presencia constante que refuerza el drama, el misterio y la soledad de sus personajes. Una prueba más de que, cuando se eligen bien las locaciones, estas también pueden narrar.