Homo Argentum: cuánto dura cada historia, el capítulo más largo y el más corto
La nueva película de Guillermo Francella llegó hoy a los cines con 16 historias breves que combinan comedia y crítica social.
La esperada Homo Argentum ya está en cartel desde este jueves 14 de agosto y promete ser uno de los estrenos más comentados del año. La película, dirigida por Mariano Cohn y Gastón Duprat, rompe esquemas con su estructura de 16 relatos independientes, cada uno con su propio tono, estética y mensaje.
Cada una de estas mini historias funciona como una cápsula narrativa autónoma, protagonizada por un Guillermo Francella completamente transformado en cada papel. La duración de los episodios es tan variada como sus tramas: van desde apenas 1 minuto hasta un máximo de 12 minutos, lo que obliga al espectador a cambiar de registro de forma constante.
El episodio más corto, de solo un minuto, es un ejercicio de comedia minimalista. En el otro extremo, el episodio más largo, de 12 minutos, propone un clima más narrativo y pausado.
La elección de esta estructura antológica responde a una inspiración directa en el cine italiano de los años 60, especialmente en películas como Los Monstruos de Dino Risi. Según contaron Cohn y Duprat, la fragmentación les permitió explorar múltiples caras de la sociedad argentina sin necesidad de una trama unificadora tradicional.
En palabras del propio Francella, el desafío fue "componer tantos personajes radicalmente distintos sin perder la coherencia de la propuesta global". El actor pasó por registros que van desde un vendedor callejero de dólares hasta un político en campaña, un padre de familia y un artista pretencioso.
Cuánto dura la película Homo Argentum, de Guillermo Francella
La duración total de Homo Argentum es de 110 minutos, pero el ritmo es ágil gracias a que ninguna historia se prolonga demasiado. "El espectador nunca se acomoda del todo. Justo cuando empieza a habituarse a un tono, lo cambiamos por completo", explicó Duprat en una entrevista previa al estreno.
El resultado es un mosaico de situaciones que combina humor, ironía y observación social, con un Francella que despliega uno de los rangos interpretativos más amplios de su carrera.