La verdad sobre Lucas de El Eternauta
La serie de Netflix desata nuevas teorías con el final trágico de uno de sus personajes clave.
La esperada adaptación de El Eternauta en Netflix no solo ha revivido una de las historietas más influyentes de la ciencia ficción argentina, sino que también ha sembrado interrogantes y teorías entre los espectadores. Ambientada en una Buenos Aires invadida por fuerzas alienígenas tras una nevada mortal, la serie combina acción, política y drama con una narrativa intensa. Uno de los momentos más impactantes ocurre en el episodio final, cuando Lucas, interpretado por Marcelo Subiotto, sufre un destino desconcertante y perturbador.
¿Qué le pasa realmente a Lucas?
En el desenlace de la temporada, Lucas cambia drásticamente de actitud: se muestra alterado, violento y desorientado. El punto de quiebre llega cuando, en medio de una partida de truco con Omar, lo apuñala inesperadamente y luego se refugia en la azotea del edificio. Entre frases sin sentido y una mirada perdida, Lucas termina arrojándose al vacío, dejando al grupo conmocionado. Este comportamiento, abrupto e inexplicable, sugiere que su voluntad ya no le pertenecía.
¿Estaba siendo manipulado?
La serie insinúa que los alienígenas tienen la capacidad de alterar la mente humana. Casos como el de Clara, la hija de Juan Salvo, presentan patrones similares de confusión y pérdida de identidad, lo que refuerza la teoría de que Lucas fue víctima de una forma de control mental. Este recurso narrativo introduce una amenaza más silenciosa y compleja: la de no poder confiar ni siquiera en los propios compañeros.
Más allá del impacto que provoca la muerte de Lucas, su caída sirve como advertencia sobre los peligros invisibles que rodean a los sobrevivientes. No se trata solo de enemigos externos, sino de una guerra psicológica donde cualquiera puede transformarse de un momento a otro. El sacrificio de Lucas marca un antes y un después en la historia de Juan Salvo y anticipa los retos aún más oscuros que vendrán.
Con una segunda temporada ya confirmada, muchos espectadores esperan que la serie retome el hilo de este episodio y profundice en los mecanismos de control que utilizan los invasores. La figura de Lucas, aunque ausente, podría convertirse en un símbolo de lo que está en juego: la integridad de la mente y la resistencia del espíritu humano.