"Las mil muertes de Nora Dalmasso": qué paso realmente con el caso
Muchas dudas surgieron en torno a la causa tras el lanzamiento de la serie.
El femicidio de Nora Dalmasso en noviembre de 2006 no solo sacudió a la ciudad de Río Cuarto: con el paso del tiempo, se transformó en un símbolo nacional de impunidad, morbo mediático y errores judiciales. A casi 20 años del crimen, el caso vuelve a estar en boca de todos gracias a la serie Las mil muertes de Nora Dalmasso, de Netflix, que reconstruye la historia con testimonios inéditos y una mirada íntima desde la familia. Pero ¿qué pasó realmente con el caso?
Nora fue encontrada sin vida en la casa familiar del barrio Villa Golf. Estaba desnuda, en el cuarto de su hijo Facundo, y había sido estrangulada con el cinturón de una bata. Lo primero que se perdió fue la escena del crimen: decenas de personas entraron y salieron de la casa, entre ellos vecinos, policías, funcionarios judiciales. Esa desprolijidad inicial marcó la investigación para siempre.
Sospechas cruzadas, ADN ignorado y un nuevo imputado
El caso tuvo varios acusados, pero ningún culpable. Desde el pintor "perejil" detenido apenas unas horas, hasta el viudo Marcelo Macarrón, que fue absuelto en 2022 tras ser acusado de instigar el crimen. También pasó por la mira su hijo Facundo, imputado en 2007 por abuso sexual y homicidio. Su ADN tenía coincidencias parciales con las muestras halladas, pero luego fue sobreseído. El escándalo mediático, en su caso, fue despiadado.
Hoy el expediente vuelve a cobrar vida. Un fallo reciente del juez Diego Ortiz rechazó la prescripción de la causa y apuntó contra un nuevo sospechoso: Roberto Bárzola, el parquetista que trabajaba en la casa al momento del asesinato. Su ADN coincide con vellos y rastros encontrados junto al cuerpo. La familia de Nora había pedido analizar esa pista en 2007, pero fue desestimada. Diecisiete años después, la ciencia y la insistencia familiar parecen abrir una nueva puerta.
La herida abierta de una familia rota
Lo más fuerte del documental es, sin dudas, el testimonio de los hijos de Nora. Valentina y Facundo repasan, con dolor y entereza, los días posteriores al crimen y cómo fueron sometidos al escrutinio público. También habla Macarrón, quien por primera vez se muestra ante cámaras y cuenta su versión. Más allá de las pruebas, el caso siempre estuvo teñido por el escándalo: chismes sobre la vida privada de Nora, sospechas infundadas, y hasta remeras que decían "Yo no estuve con Norita".
La familia Dalmasso no quiere homenajes ni un juicio simbólico. Exige justicia. Su abogada, Mariángeles Mussolini, insiste en que hay pruebas suficientes para avanzar con un juicio oral contra Bárzola. El crimen de Nora fue un femicidio. Uno que todavía no tuvo condena, pero que sigue resonando en la memoria colectiva como una de las historias más crudas -y desprolijas- de la historia judicial argentina.