Los microplásticos ya están en tu cuerpo: advierten sobre sus efectos en órganos vitales
Los microplásticos ya están en nuestros órganos y representan una amenaza invisible para la salud global.
Un informe reciente advierte que los microplásticos, partículas de menos de 5mm, ya se encuentran en órganos humanos como el intestino, los pulmones, el hígado, la placenta y la sangre. Se ha comprobado su presencia incluso en la leche materna, lo que evidencia una exposición constante e inevitable. Estas diminutas partículas ingresan al cuerpo a través del agua, los alimentos y el aire. Como señalaron los autores, "la amenaza es real y ya está dentro de nosotros".
Un estudio publicado por el New England Journal of Medicine alertó que las personas que tienen microplásticos en las arterias tienen un riesgo "4.5 veces mayor de sufrir un infarto, un derrame cerebral o morir por cualquier causa". La capacidad de estas partículas para atravesar barreras como la hematoencefálica las vuelve aún más peligrosas. Esto significa que pueden llegar hasta el cerebro y permanecer allí durante años. Los nanoplásticos, más pequeños aún, son los más invasivos.
Científicos advierten que estas partículas pueden generar inflamación constante en el organismo. "Nuestro sistema inmunitario reacciona constantemente contra estas partículas", explicó el Dr. Suzhao Li. Además, los microplásticos pueden transportar metales pesados y patógenos, actuando como vehículos tóxicos dentro del cuerpo. Un estudio de la Universidad de Viena los vinculó con enfermedades como el Alzheimer y el Parkinson.
Frente a esta amenaza silenciosa, los expertos recomiendan tomar precauciones. La sugerencia son: evitar agua embotellada, preferir filtros o botellas de vidrio, no calentar alimentos en plástico, y usar fibras naturales en lugar de sintéticas. También se aconseja aspirar con filtros HEPA y reducir al mínimo el contacto con envases plásticos. Si bien no se puede evitar totalmente la exposición, sí es posible reducirla significativamente con cambios simples.
La comunidad científica insiste en que se necesita una acción global urgente para frenar esta contaminación. El uso masivo del plástico y su lenta descomposición están generando un impacto profundo en la salud humana. La defensa frente a este enemigo invisible empieza con la conciencia individual y decisiones colectivas.