Milei mediante decreto de necesidad y urgencia envió el acuerdo con el FMI para ser aprobado por el Congreso
Cuál es la estrategia del Gobierno para conseguir la aprobación del acuerdo con el FMI en el Congreso.
El Gobierno sorprendió la noche del jueves con el anuncio del envío al Congreso del acuerdo con el Fondo Monetario. Era una decisión que se venía trabajando desde la semana pasada y que había tenido la noche del sábado último un anticipo de Javier Milei. En un contexto de minorías y con varias iniciativas frenadas por la oposición, el Ejecutivo buscó una estrategia para cumplir con el compromiso del Presidente, en línea con la legislación vigente, y al mismo tiempo avanzar con una iniciativa que es clave para el futuro de la economía.
La decisión del Gobierno de enviar el acuerdo mediante Decreto de Necesidad y Urgencia ,que empieza a regir desde su firma, tiene que ver con la necesidad de que una iniciativa de la que depende la actividad económica en su conjunto tenga un tratamiento legislativo ágil, que evite las zancadillas parlamentarias y las maniobras dilatorias que pongan en riesgo su puesta en marcha.
En el oficialismo advierten que un entendimiento con el Fondo Monetario Internacional en países como Argentina afectan desde el dólar, a las cotizaciones de bonos y acciones, las grandes inversiones y hasta las decisiones individuales.
"Es un acuerdo beneficioso para el país, que permite el desendeudamiento, mejora el perfil de la deuda y fortalece la economía. La necesidad y la urgencia están fuera de discusión, sobre todo para un gobierno que tiene en el Congreso menos de 40 diputados y solo seis senadores propios", explicaban anoche fuentes oficiales.
Una vez cumplimentados los requisitos, plazos y requerimientos que tengan los legisladores, el oficialismo impulsará que el DNU sea llevado a su discusión en la Cámara de Diputados, donde confía en contar con más de los 129 votos requeridos para su aprobación.
Es que la ley vigente establece que para ser invalidado un Decreto de Necesidad y Urgencia se requiere del rechazo tanto de Diputados como del Senado. En la Cámara alta, La Libertad Avanza tiene apenas seis votos propios, sobre un total de 72, de los cuales 34 son de los bloques kirchneristas.