¿Quién heredó la fortuna de Ayrton Senna?
Un piloto tan exitoso tenía una gran fortuna. Luego de su muerte, un grupo de personas muy cercanas a él se quedó con su legado.
El éxito de la nueva serie de Netflix sobre Ayrton Senna no solo ha puesto el foco en su destacada carrera como tricampeón de Fórmula 1, sino también en los detalles de su legado. A casi tres décadas de su trágica muerte, la familia del piloto brasileño mantiene el control de su fortuna y sigue administrando su imagen como una de las más valiosas de la historia del automovilismo. Su madre, su hermana Viviane y su sobrina Bianca son quienes ostentan el poder sobre este imperio.
El Instituto Ayrton Senna, creado por Viviane en honor a su hermano, es el principal encargado de gestionar y licenciar la marca del piloto. Este instituto recauda anualmente cerca de 450 millones de dólares, destinando aproximadamente un 15% de esos ingresos a proyectos educativos que benefician a más de 1.8 millones de niños en Brasil. Su labor solidaria refuerza el legado de Senna como un símbolo de inspiración dentro y fuera de las pistas.
La marca Ayrton Senna abarca una amplia gama de productos que incluyen ropa, accesorios, artículos deportivos y material audiovisual. Además, Senninha, el personaje de cómic inspirado en el piloto, sigue siendo una figura popular en productos como golosinas y juguetes. Su imagen continúa ligada a importantes marcas comerciales y campañas sociales, consolidando su estatus como un ídolo inmortal en Brasil y en el mundo.
En los años 2000, la familia enfrentó una disputa legal por el reconocimiento de una supuesta hija ilegítima de Ayrton, un caso que generó controversia pero no alteró el control de su legado pues exámenes genéticos revelaron que no existía ningún vínculo entre la familia Senna y esta niña de 6 años.
Actualmente, su sobrina Bianca lidera gran parte de las decisiones comerciales relacionadas con la marca, siendo una de las figuras clave en la preservación y expansión del impacto del piloto.
Para muchos brasileños, Senna sigue siendo un héroe nacional incluso por encima de Pelé. En un contexto de crisis económica y social en los años 80, Ayrton representó un símbolo de esperanza y orgullo para el país. Su bandera ondeando en los podios de Fórmula 1 aún es recordada como un momento de unión y celebración para millones de personas.