Turismo apocalíptico: cuando el desastre se vuelve destino
Cada vez más turistas eligen zonas devastadas como destino para vacacionar.
Entre ruinas, zonas evacuadas y ciudades fantasma, una nueva forma de viaje gana terreno: el turismo apocalíptico. Se trata de recorrer lugares marcados por la tragedia, ya sea un desastre nuclear, un huracán o una guerra. Lo que antes era símbolo de destrucción, hoy se convierte en escenario de contemplación.
Cómo creció el turismo apocalíptico
El fenómeno no es nuevo, pero sí masivo. La serie Chernobyl de HBO, el morbo digital y la curiosidad histórica impulsaron una industria que mueve millones de dólares. Empresas turísticas ofrecen visitas guiadas a Fukushima, tours por Nueva Orleans tras el Katrina o excursiones a las ruinas de Detroit, presentadas como "la capital mundial del declive industrial". En redes sociales, esas imágenes de desolación se transforman en una estética: la belleza de lo arruinado.
Detrás del fenómeno se esconde algo más que simple curiosidad. Muchos viajeros dicen buscar una conexión emocional con la historia. En tiempos donde todo se reconstruye y se olvida rápido, estas experiencias funcionan como un recordatorio visual del límite.
Sin embargo, el turismo apocalíptico plantea dilemas éticos difíciles de ignorar. Las selfies sonrientes en sitios donde murieron miles de personas despiertan críticas y debates sobre la banalización del dolor. La línea que separa la empatía del espectáculo se vuelve cada vez más delgada.
Algunos destinos intentan equilibrar ambas miradas. En Hiroshima, por ejemplo, los recorridos oficiales priorizan la reflexión y el aprendizaje histórico. En Chernóbyl, las autoridades limitan el acceso para preservar tanto la seguridad como el respeto.
En cambio, otros lugares -como zonas de guerra o catástrofes recientes- se enfrentan a un turismo descontrolado, donde prima la búsqueda de la foto perfecta. El turismo apocalíptico revela una paradoja de nuestra época: mientras el mundo se fragmenta, crece el deseo de mirar de frente sus ruinas