No te pierdas el 123 de Rolo Pedrotti

1- El tren cordobesista 

Juan Schiaretti aprovechó al máximo su oportunidad en el primer debate de los presidenciables. Si bien abusó del recurso, el relato de la gestión provincial puso en el mapa al candidato. Lideró las búsquedas en google, mejoró la paupérrima imagen de su candidato a vice y aprovechó al mango la “fábrica de memes” que se armó virtualmente con cada una de sus intervenciones. Como yapa, postuló al Kempes para el Mundial 2030. Sabe Schiaretti que los votos no le dan para la pelea grande. Sin embargo, este primer tiempo envalentonó al gobernador para buscar algo más en el segundo debate en Buenos Aires.

2- Ambición 2027 

Martín Llaryora planifica contrarreloj su futura gestión en el Panal. El armado de su gabinete buscará reflejar esa idea tan mentada del “partido cordobés”, con exponentes de otras fuerzas. Paralelamente, en su ambicioso proyecto político, el futuro gobernador ya piensa en la reestructuración del PJ nacional, una vez que se cumplan los pronósticos sobre un eventual triunfo de Milei en Noviembre. Esa puerta que se abre desvela a Llaryora, que se autopercibe con un rol preponderante desde el interior y se anota para el turno nacional del 2027. Para eso falta un siglo. En el 2024, lo único cierto es la incertidumbre.

3- Cruje la estructura 

El desempeño de Patricia Bullrich en el debate encendió las últimas alarmas en los comandos provinciales. Algunos, como Luis Juez, se animaron incluso a lamentarse abiertamente por la chance perdida. Esto se suma a lo que marca la gran mayoría de las encuestas, a los pelotazos en contra de Macri con los centros a Milei (y sus palos al radicalismo) y a la floja performance en provincias como Córdoba. El ingreso o no al balotaje de Bullrich será determinante para la principal fuerza de la oposición a nivel nacional. Nunca dependió tanto de un resultado la unidad de Juntos por el Cambio.