No te pierdas el 123 de Rolo Pedrotti

1- Esquivando la puteada De a poco el gobierno provincial empieza a entender los nuevos vientos que trajo el cambio de época libertario. Al son de la caída en las encuestas por sus duras críticas contra Milei, Martín Llaryora empezó […]

1- Esquivando la puteada

De a poco el gobierno provincial empieza a entender los nuevos vientos que trajo el cambio de época libertario. Al son de la caída en las encuestas por sus duras críticas contra Milei, Martín Llaryora empezó a cambiar algunos de sus mecanismos. Lo primero fue bajar los decibeles y dejar de desafiar el humor del votante promedio de la isla. Consumado esto, la novedad ahora vino en el plano energético. La iniciativa para la recategorización de los usuarios de la energía eléctrica es otra muestra de ese cambio buscado. El objetivo no sólo es que muchos cordobeses paguen menos en su factura. La idea principal es que las críticas y cuestionamientos por los tarifazos no recaigan en el gobernador. El 2025 está en la mira.

2- Bondis al frente

Finalmente cayó la ficha que tenía que caer, y más tarde que temprano, Daniel Passerini activó algunos cambios importantes en el marco de la crisis del transporte. En lo inmediato, el anuncio de 150 nuevos coches para Tamse y Coniferal en reemplazo de algunos corredores que dejó Ersa, responde al enérgico reclamo popular por el pésimo servicio que se viene prestando desde hace meses. Por otro lado, en el plano más político, el intendente busca retomar algo de iniciativa con viajes a Buenos Aires y Rosario para reclamar nuevamente por el fondo compensador para el transporte, cortado de cuajo por la motosierra de Milei. La crisis terminal del sistema activó a una gestión con demasiados problemas en su arranque.

3- Unidos por la educación

Ese podría ser el nombre de una agrupación vinculada al mundo docente. Pero no lo es. El título de esta nota intenta resaltar lo que pasó a raíz del masivo reclamo por el presupuesto universitario a nivel nacional, y particularmente en Córdoba. Los mensajes previos de Martín Llaryora y la participación en la marcha de Rodrigo De Loredo son el fiel ejemplo del error no forzado que cometió el gobierno nacional. La asfixia de fondos a la que sometió a las universidades terminó uniendo a rivales políticos tras una causa común. Gruesa equivocación de una gestión acostumbrada a las loas en redes sociales. La imagen de unidad provocó un replanteo oficial del tema y hasta puede poner en peligro la discusión por el pacto de Mayo.

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