Intendentes contra la ley
Sin ningún argumento jurídico, los intendentes que buscan atornillarse a sus cargos insisten en pedir que no se aplique la ley electoral y se habilite una última re-re. Desde 1999, cuando rechazó la re-re de Menem, la Corte Suprema defiende el principio republicano de la alternancia y convalida las disposiciones transitorias ante cambio de leyes electorales. Además, Martín Llaryora, el candidato a gobernador del PJ, hizo llegar el mensaje a la Legislatura: “Si se suspende la ley electoral, queda el veto del gobernador”, avisó a los legisladores peronistas un colaborador del intendente.
Decara pone el rostro
El defensor del Pueblo, Mario Decara, asumió roles protagónicos en Juntos por el Cambio e intenta colarse en la discusión de candidaturas provinciales de la coalición. Trabaja en dos sentidos: nutrir con radicales la postulación de Luis Juez en la interna contra Rodrigo de Loredo y hacer lobby por la re-reelección de los intendentes. Por sus funciones institucionales, no puede realizar actividades políticas. Pese a esto, juega “al límite” de la ley y no disimula su participación en el armado político opositor. Durante el año electoral, Decara manejará desde la Defensoría 1.215 millones de pesos.
De la Sota juega por Gill
Aunque sigue sin definirse quién secundará a Llaryora en la fórmula, Natalia de la Sota sigue moviéndose para construir esa candidatura. En este marco, la diputada nacional hizo una jugada de ajedrez en San Marcos Sud (departamento Unión) al ubicar en el mismo palco a Martín Gill y parte de la mesa chica de Schiaretti, como el viceministro de Gobierno, Lito Bevilaqua, y Julieta Aquino, intendenta de Inriville. El regreso ordenado de un dirigente como Gill a Hacemos por Córdoba es una de las cartas que jugará De la Sota para quedarse con la postulación.