A diez años del incidente del gas pimienta en el Superclásico
Una década después, persisten las dudas y el debate sobre aquella noche escandalosa.
El 14 de mayo de 2015, el fútbol argentino vivió una de sus noches más oscuras. En la Bombonera, durante la revancha de los octavos de final de la Copa Libertadores entre Boca y River, un grupo de jugadores visitantes fue agredido con gas pimienta al salir al campo de juego. El partido fue suspendido en el entretiempo y jamás se reanudó. La escena dejó una marca indeleble en la historia del deporte nacional.
Rodolfo D'Onofrio, presidente de River en ese momento, bajó al césped en medio del caos. "Sentí temor el día del gas pimienta. Ese día en la cancha sentía que nos iban a matar", declaró años después. Luego explicó: "Si se repitiera un hecho vandálico como ese, lo volvería a hacer". Su accionar fue clave en el desarrollo de los hechos, pero también generó controversia.
D'Onofrio se reunió con Gallardo, consoló a sus jugadores -como Leonardo Ponzio, que lloraba- y discutió con Rodolfo Arruabarrena, DT de Boca. "Lo mandé a la mierda. La gente nos conoce y se sabe quién es el que miente", recordó el Vasco. Las versiones sobre lo ocurrido se bifurcaron. "La persona de Conmebol me aseguró que lo que restaba del partido se iba a jugar dos o tres días después", aseguró el exentrenador xeneize.
Sin embargo, eso nunca ocurrió. La Conmebol le dio por ganado el partido a River por 3 a 0, tres días más tarde. Había vencido 1 a 0 en la ida con gol de Carlos Sánchez. En la vuelta, se jugaron solo 45 minutos. El escándalo salpicó incluso a la FIFA y a Alejandro Burzaco, involucrado en el FIFAgate.