El empate 1 a 1 entre Auckland City y Boca Juniors en el Mundial de Clubes no solo fue histórico desde lo deportivo: también representó un premio económico inesperado para el equipo neozelandés, que se llevó un millón de dólares extra gracias al resultado. A eso se suman los 2,5 millones que recibieron por participar en el torneo.

A diferencia de Boca, los jugadores del Auckland no son profesionales a tiempo completo. Muchos tienen otros trabajos y disputaron el torneo bajo condiciones poco habituales para un Mundial. Sin embargo, el empate los benefició en grande, y ahora el club debe decidir que va hacer con ese dinero.

El arquero suplente Sebastián Ciganda, uruguayo que integra el equipo, explicó cómo se dividirá el ingreso. "El premio por el empate que es de un millón de dólares, lo vamos a repartir entre el cuerpo técnico y plantel", reveló. La declaración sorprendió, ya que en equipos de mayor presupuesto esas decisiones no suelen transparentarse ni ser tan igualitarias.

Ciganda también contó que para poder participar del torneo debió pedir vacaciones sin goce de sueldo, ya que su verdadera ocupación está lejos de las canchas. "Soy limpiador de piscinas y jacuzzis. Me pedí vacaciones en el trabajo o sino renunciaba. No cobré por estos días que estuvimos en Estados Unidos", confesó el arquero.

El otro gran protagonista del equipo fue Christian Gray, autor del gol frente a Boca. El jugador también tiene doble vida: es profesor de educación física en Nueva Zelanda. "Tengo algunas tareas pendientes que se han acumulado en el último mes", contó entre risas, consciente de que ahora debe volver a la rutina.

Un hito más allá del resultado

Auckland City quedó eliminado del Mundial de Clubes, pero se lleva mucho más que un premio económico. El empate frente a un gigante del fútbol como Boca puso al equipo oceánico en los titulares del mundo, y dejó una enseñanza sobre la pasión y el esfuerzo en condiciones muy distintas a las del fútbol de élite.

En total, Auckland se lleva 3,5 millones de dólares, entre el premio por participar y el bono por el empate. En un club donde varios jugadores trabajan como vendedores, peluqueros o docentes, esa suma representa una oportunidad real de inversión, mejora y reconocimiento.