Boca volvió a perder y profundiza su crisis deportiva e institucional. Esta vez fue 1-0 frente a Huracán en Parque Patricios, en un partido en el que volvió a mostrar su peor cara y sumó su undécimo encuentro sin conocer la victoria. La racha ya es histórica y comienza a erosionar incluso a los nombres fuertes del club. El equipo de Russo nunca encontró respuestas y cada partido parece arrastrarlo más al abismo.

Con el gol de Matko Miljevic a los 20 minutos del segundo tiempo, el Globo le dio otro golpe a un Xeneize que no logra reaccionar. La imagen fue calcada a la de encuentros anteriores: un equipo sin ideas, sin reacción ni rebeldía. Boca no gana desde el 19 de abril y acumula seis empates y cinco derrotas, una estadística que habla por sí sola. El ciclo Russo, en su tercer regreso, está completamente en jaque.

Merentiel, bronca y escándalo en el Ducó

A la derrota se le sumó un nuevo escándalo. Miguel Merentiel iba a disputar el segundo tiempo, pero a último momento fue reemplazado por Milton Giménez. El uruguayo, sorprendido y molesto, se fue directo al vestuario sin siquiera pasar por el banco. La explicación de Russo fue insólita: "un problema de papeles", según dijo en conferencia de prensa. Pero lo que pasó después dejó al descubierto que la bronca fue más allá.

Fuentes cercanas al club confirmaron que Merentiel rompió el vidrio de una puerta del vestuario visitante en el Ducó. El clima en Boca es cada vez más tenso y lo que parecía un episodio menor se transformó en un símbolo del descontrol que reina en el plantel. La "Bestia", como le dicen al delantero, dejó un claro mensaje con su furia: hay internas que ya no se pueden disimular.

A la espera del duelo ante Racing en La Bombonera, los hinchas ya no tienen paciencia y los dirigentes miran de reojo. El equipo no gana, los referentes se fastidian y el vestuario estalla.