El argentino terminó 15° tras un fin de semana condicionado por el auto

Franco Colapinto completó su tercera carrera con Alpine en la Fórmula 1 con un sabor agridulce. El fin de semana en Barcelona comenzó cuesta arriba, con el último puesto en prácticas y una falla en la transmisión que lo dejó sin cerrar su vuelta rápida en clasificación. Desde el fondo, logró avanzar hasta el 15° lugar, con una maniobra destacada sobre Esteban Ocon en la última vuelta.

En la radio post-carrera, se lo escuchó confundido y preocupado. "Estoy tan preocupado por eso", le confesó a su ingeniero Stuart Barlow. El británico lo respaldó con claridad: "Tenemos trabajo que hacer, pero no es tu culpa". La falta de ritmo en aire sucio, sumada a una alta degradación, condicionó todo el domingo del argentino.

Entre lo técnico y lo mental: la doble batalla de Franco

El A525 volvió a mostrar sus limitaciones: bajo ritmo en rectas, problemas en curvas lentas y una degradación excesiva de los neumáticos delanteros. Aun así, Colapinto remarcó que hubo progresos del viernes al sábado y valoró la experiencia: "Fue una carrera larga, con momentos donde estábamos cerca de Pierre, y otros donde perdíamos mucho. Hay que entender por qué".

De cara a Canadá, Franco se mostró optimista. Será su primera vez en Montreal, pero asegura sentirse "más cómodo con el auto" y enfocado en analizar lo ocurrido en Barcelona. El equipo, con Briatore a la cabeza, también hizo autocrítica. La situación es compleja, pero el aprendizaje continúa.