Franco Colapinto vuelve a escena en el exigente Circuito de las Américas, en el Gran Premio de Estados Unidos, donde el calor, el viento y un Alpine inestable le pusieron las cosas cuesta arriba durante todo el fin de semana. Aun así, el argentino logró avanzar hasta la Q2 y largará 15°, apenas por detrás de su compañero Pierre Gasly. No fue una clasificación cómoda: el auto no respondió, abortó vueltas rápidas y hasta hubo bandera roja por el fuerte golpe de Isack Hadjar en los primeros minutos.

Un domingo para resistir y soñar

La carrera principal del GP de Estados Unidos se disputará este domingo desde las 16:00 (hora argentina), con 56 vueltas de pura exigencia. Colapinto sabe que no será fácil, pero se agarra a las oportunidades: los Alpine no tienen ritmo, aunque suelen capitalizar errores ajenos. Ya lo demostró en la Sprint, donde terminó 14° pese a un pinchazo que lo obligó a ir a boxes cuando venía avanzando.

Max Verstappen, dueño absoluto del fin de semana, partirá desde la pole luego de ganar también la carrera Sprint. Lando Norris saldrá segundo y Charles Leclerc, tercero. Más atrás, Piastri largará sexto y buscará defender la cima del campeonato ante el acecho del neerlandés.

Entre la frustración y la esperanza

"Me está costando mucho, el auto no me da confianza", admitió Colapinto ante la prensa, con el rostro agotado. El argentino siente que repite los mismos problemas del inicio del año, algo que lo desespera. Sin embargo, no baja los brazos: sueña con encontrar una puesta a punto que le permita acercarse a la zona de puntos, algo que aún no consiguió esta temporada.

El sábado dejó sensaciones amargas, pero también señales de carácter. Colapinto vuelve a meterse en Q2, soporta un Alpine difícil de manejar y mantiene viva la ilusión de ganarse un lugar definitivo en la F1. En Austin, sabe que el verdadero desafío no es solo largar 15°, sino aguantar, avanzar y estar listo cuando aparezca la oportunidad.