El Atlético Madrid quedó eliminado de la Champions League en una dramática tanda de penales ante el Real Madrid, pero todas las miradas quedaron puestas en una jugada: el penal anulado a Julián Álvarez. El delantero argentino convirtió su remate, pero el árbitro Szymon Marciniak, tras la revisión del VAR, lo invalidó por considerar que la pelota había tocado su pie de apoyo tras un resbalón. La decisión generó desconcierto en el campo y desató la furia del equipo de Diego Simeone.

Simeone, entre la ironía y la indignación

"No vi que la tocara dos veces, pero si el VAR lo dice... ¿alguien la vio? Levante la mano", desafió el Cholo en conferencia de prensa, señalando que nunca antes había visto anular un penal de esa forma. Sus palabras no tardaron en generar eco en el vestuario rival. Thibaut Courtois, arquero del Real Madrid, le respondió sin filtro: "Siempre el victimismo, siempre llorar por lo mismo. En el VAR tienen muchas cámaras, lo vieron claro".

La confusión también quedó reflejada en Álvarez, quien, al ser consultado por sus compañeros en pleno campo de juego, solo atinó a decir: "No sé, puede ser". Ya fuera del vestuario, en charla con su círculo íntimo, insistió en lo mismo: "Me resbalé, pero no noté que la tocara con la otra pierna".

Un golpe que marca la temporada

Con la derrota, el Atlético se despide de su gran sueño europeo a manos de su eterno rival. El Real Madrid, en cambio, avanza a los cuartos de final y enfrentará al Arsenal en la siguiente fase. La polémica del penal de Álvarez quedará en la memoria de los hinchas colchoneros como un capítulo más en una historia de cruces marcados por la tensión y la controversia.