La Selección Argentina cerró la gira por Estados Unidos con una goleada por 6 a 0 ante Puerto Rico: repasá lo mejor del partido
El conjunto albiceleste brilló en Miami ante un rival de poco peso.
La Selección Argentina no tuvo piedad y le pasó por encima a Puerto Rico con un 6-0 que pareció hasta corto. La diferencia de jerarquía fue visible desde el primer minuto: circulación rápida, presión alta y contundencia en el área rival. Lautaro Martínez y Alexis Mac Allister firmaron dobletes, mientras que Gonzalo Montiel y un gol en contra completaron el resultado en una noche donde la Selección jugó a ritmo de práctica... pero con la seriedad de un campeón del mundo.
Lionel Messi volvió a ser titular y disputó los 90 minutos, algo que generó ilusión en la previa. No convirtió, pero participó directamente en varias jugadas de gol y repartió dos asistencias. Scaloni valoró su presencia y volvió a destacar lo que representa tenerlo en cancha, incluso en partidos "fáciles". El 10 jugó como en el patio de su casa: con libertad, criterio y liderazgo permanente.
Débuts y récords en una noche redonda
El amistoso también sirvió para sumar nombres al ciclo. Lautaro Rivero, Aníbal Moreno, José Manuel López y Facundo Cambeses tuvieron su estreno oficial con la Selección, demostrando que el recambio sigue en marcha. Scaloni celebró esa posibilidad y remarcó que todos "son válidos" y compiten en un grupo donde la meritocracia es ley.
Lautaro Martínez, además, alcanzó los 35 goles y se metió en el Top 4 histórico, igualando a Hernán Crespo. Arriba solo quedan Agüero, Batistuta y Messi. Una marca que confirma su vigencia y que lo posiciona como el nueve indiscutido del ciclo. Con espacios, confianza y el equipo a disposición, el Toro siempre aparece.
Más allá del rival débil, Argentina entendió el compromiso: ganar, gustar y seguir construyendo identidad. Scaloni lo dijo claro: estos partidos también importan, no por el resultado, sino por el comportamiento. Y Argentina, incluso cuando parece jugar en automático, demuestra que el campeón no se relaja: se administra, rota, debuta... y golea.