No te pierdas el 123 de Ale Tavarone

1. ¿Cómo surgió la idea de recomendar lugares menos conocidos?

- La idea de comenzar a recorrer restaurantes poco conocidos surgió hace más de 10 años, cuando tuve inquietud de conocer si Córdoba tenía una identidad gastronómica y fue el hecho de pasar a la acción, empezar a meterme en los barrios para descubrir qué pasaba ahí con las tradiciones, con los inmigrantes que actualmente están. Inmigrantes que antes eran italianos, españoles o árabes, pero hoy son venezolanos, bolivianos, peruanos... y meterme en esa cultura. La gastronomía como excusa para conocer historias.

2. ¿Qué es lo que más te gusta de contar historias?

- Lo que más me gusta de contar historias es que me lleva a la niñez, ya desde ese momento me di cuenta que me gustaba que me cuenten historias. Desde el momento de estar en la cama y que tu viejo, tu vieja o alguien te contara una historia antes de dormir. Ahí descubrí la potencia de una historia... y creo que en realidad somos historia, la historia de la humanidad es una historia contada, si no hay una historia no hay nada, no hay realidad, es la forma de crear la realidad y de tener una narrativa. La historia tiene esa potencia, la potencia de la palabra. Conocer a través de la historia las vivencias, quién está detrás del plato, de la cocina, me parece mucho más interesante... no es la comida en sí misma, sino la comida como disparador de encuentros, de narrativa y de historias de vida.

3. ¿Nos recomendarías 3 lugares escondidos para comer en Córdoba?

- Qué difícil quedarse con 3, pero ahí vamos: recomiendo el terremoto Robles, que es un restaurant de comida boliviana, ella es boliviana, Virginia se llama y vino de Bolivia hace más de 40 años y tiene su restaurante donde antes había una vieja cochera, sobre la calle Humberto Primo, a una cuadra de la General Paz, en Córdoba capital, por supuesto.

Donde comen los taxistas también me parece fantástico, en realidad cuando uno dice oculto, en realidad lo es para cierto grupo de gente en Córdoba, invisible para muchos. Donde comen los taxistas: Los Mellis, unos sanguches de milanesa y unos licuados espectaculares sobre cañada entre Dean Funes y 27 de abril.

Y por último, recomiendo en tercer lugar: La Tia Kely, un restaurante de comida peruana. Hace un ceviche que es el mejor dé Córdoba, en calidad, en abundancia y en precio.

Ale Tavarone

Conductor de radio y TV - Influencer de historias gastronómicas

@aletavarone


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