En Beijing, la Plaza de Tiananmen fue escenario de un imponente desfile militar encabezado por Xi Jinping y acompañado por Vladímir Putin y Kim Jong-un. La cita sirvió para conmemorar los 80 años del fin de la Segunda Guerra Mundial, aunque el mensaje de fondo estuvo lejos de lo histórico: los tres líderes buscaron exhibir unidad frente a Occidente, en medio de sanciones, críticas y tensiones diplomáticas.

¿Un homenaje o una demostración de fuerza?

Durante 70 minutos, miles de soldados marcharon en formación, se lanzaron salvas de artillería y se mostraron armas de última generación. En su discurso, Xi defendió la autosuficiencia de China y advirtió que "la humanidad se enfrenta nuevamente a una elección entre la paz y la guerra, el diálogo o la confrontación". La imagen de los tres mandatarios juntos buscó contrarrestar el aislamiento que enfrentan Moscú y Pyongyang.

Para analistas internacionales, el evento fue menos un tributo al pasado que una declaración política de cercanía entre tres regímenes cuestionados. Con estrictas medidas de seguridad y sin presencia de líderes occidentales, el desfile reafirmó la intención de Beijing de presentarse como eje de un bloque alternativo al de las democracias occidentales.

Putin y Kim refuerzan su alianza en Pekín

El presidente ruso, Vladimir Putin, y el líder norcoreano, Kim Jong-un, coincidieron en una reunión y tras el desfile, ambos mantuvieron una reunión en la que reafirmaron su compromiso de cooperación política y militar.

Kim aseguró que su país continuará respaldando a Moscú "como un deber fraternal" y recordó que el acuerdo firmado en 2024 incluye una cláusula de defensa mutua. Desde entonces, dijo, los lazos bilaterales se ampliaron a distintos ámbitos, consolidando una relación que describió como cada vez más estrecha. Por su parte, Putin definió el vínculo con Pyongyang como una alianza de confianza y amistad que trasciende el plano diplomático.

El encuentro tuvo lugar mientras crecen las denuncias de que Corea del Norte estaría abasteciendo de armas al ejército ruso en el marco de la guerra en Ucrania, algo que preocupa a Occidente y a los países vecinos de la región.