El poderío armamentístico de la flota naval que despliega Trump cerca de Venezuela
La envergadura de la operación genera dudas sobre la intención del gobierno norteamericano de combatir el narcotráfico en la región.
Bajo órdenes del presidente norteamericano, Donald Trump, el Pentágono ha comenzado a desplegar varios buques de guerra y miles de soldados en el sur del Caribe con el objetivo declarado de combatir los grupos narcotraficantes catalogados recientemente como "terroristas". Sin embargo, la cercanía con Venezuela y el recrudecimiento de la tensión con el presidente venezolano, Nicolás Maduro, generan dudas sobre la posibilidad de un enfrentamiento militar que busque un cambio de régimen.
El despliegue naval de EE.UU.
En ese contexto, está previsto que llegue el domingo a las costas del régimen el Grupo Anfibio de Despliegue Inmediato Iwo Jima (Iwo Jima Amphibious Ready Group) de la marina norteamericana, compuesto por tres buques y 4500 efectivos. Sumado a la Unidad Expedicionaria de Marines número 22, con 2200 infantes de marina, un submarino nuclear, varios aviones de vigilancia y tres buques de guerra ya desplegados, se trata de la operación militar más grande de Estados Unidos en la región desde la invasión a Panamá.
Utilizar este tipo de fuerzas contra los cárteles de droga sería como "llevar un obús a una pelea de navajas", dijo el jueves un funcionario de defensa norteamericano.
%uD83C%uDDFB%uD83C%uDDEA ÚLTIMA HORA: Nicolás Maduro y Diosdado Cabello cercados por 6+ buques de guerra con misiles guiados de EEUU %uD83C%uDDFA%uD83C%uDDF8 en las costas de Venezuela %uD83C%uDDFB%uD83C%uDDEA para bloquear su Cartel Comunista. ¡Trump va a acabar con el narcoterrorismo del régimen chavista muy pronto! #VenezuelaLibre @cnni pic.twitter.com/iNsP98vaht
— Sin Fronteras World (@SinFronteraPeru) August 20, 2025
El despliegue
El mes pasado, Trump firmó una orden ejecutiva, que aún no se ha hecho pública, en la que daba instrucciones al Pentágono de utilizar la fuerza militar contra algunos cárteles de droga latinoamericanos, como el Tren de Aragua y la Mara Salvatrucha, a los que su administración había calificado previamente como organizaciones "terroristas". Entre ellos se encuentra también el Cartel de los Soles, del que Trump ha acusado al propio Maduro de ser su líder.
Desde entonces, el Pentágono ha estado movilizando unidades de la Armada norteamericana al sur del mar Caribe, pero el gobierno de ha dicho poco sobre sus intenciones y la forma en que planea usar su fuerza militar para combatir el narcotráfico.
Este fin de semana, el Pentágono confirmó el envío a la zona del Grupo Anfibio de Despliegue Inmediato, integrado por el buque de asalto anfibio USS Iwo Jima, el de transporte anfibio USS San Antonio y el buque de desembarco USS Fort Lauderdale.
Los navíos habían partido de Norfolk, Virginia, a principios de esta semana, pero tuvieron que volver para evitar el huracán Erin que afectó la región, lo que retrasó su despliegue.
El USS Iwo Jima es el mayor de los barcos de guerra desplegados, con tamaño comparable al de un portaviones mediano. Desde allí pueden operar unos 30 helicópteros y aviones de aterrizaje vertical, como los Harrier. Junto a los otros barcos del contingente, tiene la capacidad de transportar y desembarcar tropas de combate.
El USS San Antonio, por su parte, es un buque diseñado para el desembarco de tropas y equipo mediante lanchas y aeronaves, mientras que el USS Fort Lauderdale aporta capacidades adicionales de transporte y apoyo logístico.
Según la página web del Departamento de Defensa de Estados Unidos, el objetivo del grupo anfibio es "llevar a cabo operaciones de presencia y embarcar de manera segura a los marines en tierra para llevar a cabo una amplia variedad de misiones de contingencia".
Además, el despliegue militar cuenta con una Unidad Expedicionaria de Marines compuesta por unos 2200 infantes de marina y una fuerza de élite capaz de ejecutar operaciones aéreas, marítimas y terrestres.
También se enviaron varios aviones de vigilancia P-8, también conocidos como Poseidón, diseñados para reconocimiento, vigilancia y guerra antisubmarina, y un submarino nuclear, capaz de lanzar misiles de largo alcance y operar en misiones de inteligencia y disuasión, según informaron las autoridades.
Además, dos buques de guerra destructores se dirigen a una zona fuera de las aguas venezolanas, el USS Jason Dunham y el USS Gravely, ambos parte de una reciente campaña contra la milicia hutí en el mar Rojo.
Un tercer destructor, el USS Sampson, fue visto por ultima vez próximo al canal de Panamá del lado del Pacífico de acuerdo con el sitio de monitoreo de navíos Marine Vessel Traffic.
Estos buques de guerra clase DDG 51 son destructores de misiles guiados de la clase Arleigh Burke, armados con sistemas de combate Aegis con más de 90 misiles, incluidos misiles tierra-aire. Pueden realizar combates antiaéreos y antisubmarinos, así como derribar misiles balísticos, y cada uno puede llevar una tripulación de más de 300 marineros, a una velocidad máxima de 55 kilómetros por hora.
Los mismos, son capaces de "operar de forma independiente o como parte de Grupos de Ataque de Portaaviones, Grupos de Acción de Superficie y Grupos de Ataque Expedicionarios", según la página web de la Armada norteamericana.