Durante este fin de semana, un verdadero escándalo surgió tras un inesperado cruce entre el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y su par de Colombia, Gustavo Petro, respecto a las repatriaciones de los inmigrantes. Todo surgió cuando Petro decidió negar la autorización para el aterrizaje en su país de dos aviones del ejército de EE.UU., que tenían previsto traer de regreso a 160 colombianos deportados.

Ni bien Trump fue informado al respecto, el máximo mandatario del país norteamericano anticipó una serie de medidas punitivas contra Colombia, que incluían sanciones económicas y restricciones migratorias que iban a empeorar con el paso del tiempo. Ante este panorama, Gustavo Petro y Colombia aceptaron los términos del acuerdo propuesto por Estados Unidos para la devolución de deportados sin restricciones.

Colombia bajo amenaza

Tras llegar a un acuerdo entre Estados Unidos y Colombia, las restricciones migratorias y sanciones económicas se mantendrán en reserva, no aplicándose mientras se cumpla todo lo propuesto por Donald Trump respecto a las deportaciones. Colombia enviará emisarios a Washington para mantener reuniones respecto a estos acuerdos.