El Supremo Tribunal Federal de Brasil inicia este martes la deliberación del juicio contra Jair Bolsonaro, acusado de conspirar para revertir su derrota electoral en 2022 frente a Luiz Inácio Lula da Silva. El proceso no solo lo involucra a él, sino también a siete ex ministros y militares de alto rango, lo que lo convierte en un caso sin precedentes en la historia del país.

Bolsonaro, de 70 años, permanece bajo arresto domiciliario en Brasilia y no estará presente en la sala. Su defensa insiste en que no tiene "ninguna responsabilidad penal" y denuncia persecución política, mientras que la fiscalía lo señala como el líder de una "organización criminal" que buscó socavar la democracia.

Posible condena sin precedentes

La acusación sostiene que el expresidente promovió la desconfianza en las urnas electrónicas y llegó a contemplar decretos de excepción para frenar la asunción de Lula. Incluso, según la investigación, hubo planes que incluían atentar contra el propio mandatario, su vicepresidente Geraldo Alckmin y el juez Alexandre de Moraes, pieza clave del proceso.

El caso también se conecta con los hechos del 8 de enero de 2023, cuando miles de simpatizantes radicalizados irrumpieron en las sedes de los tres poderes en Brasilia exigiendo una intervención militar. Para los fiscales, ese episodio fue la expresión más visible de una trama que se había gestado desde tiempo atrás.

El desenlace del juicio, que podría conocerse antes del 12 de septiembre, definirá el futuro político de Bolsonaro. Si es declarado culpable, se expone a más de cuatro décadas de cárcel y a quedar inhabilitado para competir por cargos públicos, algo que marcaría un punto de quiebre no solo en su carrera, sino también en la política brasileña.