Golpe de Estado rechazado: ¿qué pasó en Corea del Sur?
Crisis política en Corea del Sur tras decreto de ley marcial del presidente.
El presidente surcoreano Yoon Suk-yeol desató tensiones al anunciar la ley marcial de emergencia para "proteger el orden constitucional" frente a lo que consideró actividades antiestatales promovidas por el principal partido oposito. Yoon acusó a este bloque de mantener vínculos con Corea del Norte y de incitar a una supuesta rebelión. La medida fue anunciada en un discurso televisado a las 12 de la noche y sorprendió al país desatando una fuerte reacción tanto dentro como fuera del Parlamento.
El decreto otorgaba a los militares amplios poderes, incluyendo la suspensión de actividades políticas y la autorización de detenciones sin orden judicial. Sin embargo, la Asamblea Nacional, liderada por la oposición, respondió con rapidez convocando una sesión de emergencia. Allí, los legisladores votaron unánimemente para declarar la medida como "nula e inválida", obligando al presidente, según la legislación vigente, a aceptar la resolución parlamentaria.
Ciudadanos surcoreanos se movilizaron rápidamente hacia el Parlamento en Seúl, protestando contra lo que calificaron como un intento de Yoon de retroceder a tiempos de gobierno militar. La presencia de tropas en las cercanías del edificio legislativo generó tensiones adicionales, pero estas comenzaron a retirarse tras conocerse la resolución de la Asamblea. Las imágenes de manifestantes celebrando la decisión se difundieron ampliamente en los medios locales e internacionales.
Ante la presión política y social, el presidente Yoon anunció que levantaría la ley marcial, aunque la oposición continúa exigiendo su renuncia inmediata. Líderes de diferentes sectores calificaron la medida como inconstitucional y acusaron al mandatario de amenazar la democracia del país. Incluso miembros de su propio partido criticaron la decisión y pidieron la destitución del ministro de Defensa, quien (en teoría) fue quien ideó la implementación de la medida.
La crisis ha dejado al gobierno de Yoon en una posición frágil, enfrentando llamados a juicio político y crecientes protestas. Mientras el futuro político del presidente sigue siendo incierto, Corea del Sur se encuentra en un momento de profunda polarización y preocupación por el impacto de esta crisis en su estabilidad democrática.