La Corte Suprema de Brasil condenó a Jair Bolsonaro a 27 años de prisión por encabezar un complot golpista tras perder las elecciones de 2022. El fallo, respaldado por una mayoría de magistrados, lo responsabiliza de haber impulsado acciones que culminaron en la invasión a los tres poderes en Brasilia. La defensa del ex mandatario calificó la pena como "excesiva" y anunció que presentará un recurso.

Los abogados Celso Vilardi y Paulo da Cunha Bueno aseguraron que agotarán todas las instancias, incluso en organismos internacionales. Plantearon que el proceso no garantizó un análisis completo de las pruebas y que Bolsonaro "nunca participó de ningún plan golpista". Con la apelación en marcha, el ex presidente busca evitar que la sentencia se convierta en definitiva.

El respaldo de Donald Trump

La condena provocó repercusiones inmediatas en Washington. El presidente Donald Trump lamentó el fallo y expresó su "sorpresa" por la decisión de los jueces brasileños. "Vi el juicio, lo conozco muy bien. Pensé que Bolsonaro fue un buen presidente. Esto es muy parecido a lo que intentaron hacer conmigo", declaró, en un claro gesto de apoyo político a su aliado en la región.

En paralelo, el secretario de Estado Marco Rubio habló de una "caza de brujas" y cuestionó al juez Alexandre de Moraes por encabezar lo que considera una persecución política. La administración estadounidense ya analiza sanciones, como restricciones de visas y trabas comerciales, lo que abre un frente de tensión diplomática con Brasil.

La defensa de Bolsonaro, mientras tanto, se prepara para una batalla prolongada en los tribunales. El ex mandatario, de 70 años, podría solicitar cumplir la pena en arresto domiciliario, aunque su situación procesal se agrava con otras causas pendientes. Entre la apelación y el respaldo de Trump, el caso ya trasciende fronteras y se instala como un nuevo punto de fricción en la política internacional.