Un fuerte terremoto de magnitud 7,7 sacudió Myanmar (conocida también como Birmania) y Tailandia este viernes, dejando al menos 20 muertos y decenas de desaparecidos. El epicentro se localizó en la región de Sagaing, generando daños severos en la capital administrativa de Myanmar, Naypyidaw, donde edificios se agrietaron y carreteras quedaron intransitables. En Tailandia, el sismo fue perceptible en todo el país, con especial impacto en Bangkok, donde el colapso de un rascacielos en construcción agravó la emergencia. Equipos de rescate trabajan contrarreloj para localizar a las víctimas atrapadas bajo los escombros.

¿Cómo han respondido las autoridades?

El gobierno de Myanmar declaró el estado de emergencia en varias regiones, mientras hospitales y rescatistas enfrentan una afluencia constante de heridos. En Tailandia, las autoridades ordenaron el cierre de todas las escuelas y suspendieron temporalmente algunos servicios de transporte. La Unión Europea anunció su disposición a brindar asistencia humanitaria y activó su sistema de monitoreo satelital para evaluar los daños.

En Bangkok, la caída del edificio en Chatuchak dejó un saldo preliminar de tres muertos y decenas de desaparecidos. Mientras los rescatistas continúan buscando sobrevivientes, los ciudadanos permanecen en alerta ante la posibilidad de nuevas réplicas. Expertos en sismología señalaron que el terremoto no fue sorpresivo, ya que la falla de Sagaing había acumulado tensión durante más de dos siglos. Las próximas horas serán clave para determinar el alcance total de la catástrofe.