No te pierdas el 123 de Rolo Pedrotti

1- Juega la Iglesia

Lejos de las capillas y las plegarias, la Iglesia de Córdoba salió a mover fuerte sus piezas en la cruzada política contra las apuestas online. Opositora desde la génesis de esa polémica ley, sancionada a los ponchazos a fines del 21, ahora busca aliados para que el Panal dé marcha atrás. Con Luis Juez y Monseñor Ángel Rossi a la cabeza, las pastorales sociales pugnan para que se prohíban los juegos y apuestas electrónicas, amparados en el flagelo que significan para los menores de edad. Además, ese debate estratégico será el caballito de batalla de la oposición en la Unicameral y la gran apuesta política de un sector que hasta ahora venía acompañando la gestión de Hacemos.

2- Conciliación forzada 

La paritaria docente es sin dudas la novela del año para la gestión provincial. La tanda de hachazos al salario de los maestros arrancó en febrero, con una inflación desbocada y el desconocimiento del ajuste por gatillo firmado por Schiaretti. Le siguió ahora con un amarrete plan de recuperación de lo perdido en el primer semestre. Ante el continuo rechazo de las ofertas, el gobernador pidió a viva voz por la conciliación obligatoria para garantizar el normal comienzo de las clases. Si bien Uepc acatará la medida, lejos está de desistir de su plan de lucha. Con una inflación que se mantendrá en torno al 4%, la segunda parte del año traerá más capítulos a esta conflictiva serie.

3- Números rojos

La letra del alfabeto que describe la curva de la actividad económica en Córdoba se parece más a una L que a la V que prometió Milei. La brutal recesión se profundiza y preocupa cada vez más en el Panal. Uno de los números más preocupantes es el de la industria metalúrgica, que en la provincia registró una caída del 11,7% en junio. Esto se suma al descenso constante de la recaudación tributaria, el parate en el resto de las industrias, reflejado en el informe de la UIA y al stand by del mercado inmobiliario por la falta de definiciones de los créditos hipotecarios. El primer semestre fue duro. El segundo, con la economía frenada al mango, por ahora no pinta mejor.


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