No te pierdas el 123 de Rolo Pedrotti

1 - Larga vida al Cordobesismo

A días del cierre de su primer año de Gobierno y en un escenario de crisis, Martín Llaryora consiguió sumar algunos porotos fundamentales para su proyecto de gran coalición de partidos. La aprobación por amplia mayoría del presupuesto provincial, con el apoyo del Pro y la UCR fue el primer punto. La postulación para el TSJ de Jessica Valentini, funcionaria peronista pero militante radical, fue otro avance político. Finalmente, la resurrección del proyecto de Ficha Limpia (archivado por el propio Gobierno provincial) con letra de la radical Brenda Austin, parece encaminar un balance positivo para las aspiraciones del comando del Panal. Un diciembre a pura oda al Partido Cordobés.

2 - Hoja en blanco

Las fuerzas políticas siguen recalculando su gps de cara a las elecciones del 2025. Tras el "terremoto Milei", el peronismo, sin candidatos claros, buscará minimizar los daños frente a un electorado más libertario que nunca. La oposición, dividida por ahora, deberá definir si se integra en una alianza que incluya a LLA, la UCR y el Frente Cívico, o se la juega con listas separadas. Luis Juez parece desentendido de las próximas elecciones y enfocado en el 27, mientras que Rodrigo De Loredo comparte el mismo sueño por la gobernación. En espectro ligado al Presidente, Andrés Fassi suena fuerte como posible candidato. Todo está por verse y cualquier definición traerá consecuencias.

3 - Esperando el impacto

La falta de control, prevención y resolución de problemas fue moneda corriente en el primer año de la gestión Passerini. Y eso se tradujo en una peligrosa lista de amenazas urbanas: Un socavón en la avenida Vélez Sársfield que se comió autos de un bocado. Otro en Caseros y Paso de los Andes que deglutió un patrullero en un segundo. Un colectivo detonado de la vieja Ersa que circulaba sin chofer, chocó a dos mujeres en la Chacabuco. Árboles que cayeron, en Costanera o en Av, Gral Paz, y que no mataron a alguien de milagro. Así pasaron el año los conductores y transeúntes por la capital. Mirando hacia arriba y abajo, sin dejar de rezar.