Este lunes, se realizará una audiencia clave para definir si Cristina Fernández de Kirchner continúa cumpliendo prisión domiciliaria en la causa Vialidad. El Tribunal Oral Federal N°2 convocó a todas las partes a exponer sus argumentos, luego de que el fiscal Diego Luciani solicitara modificar las condiciones impuestas y avanzar con un régimen más restrictivo. La expresidenta y vice participará de forma remota desde su casa de Recoleta, donde cumple la medida desde hace semanas.

Qué puede pasar tras la audiencia

La audiencia será el escenario donde se evaluará si se mantiene la domiciliaria, si se revoca o si se introducen nuevas condiciones. Los jueces del TOF 2 -integrado por Rodrigo Giménez Uriburu, Andrés Basso y Jorge Gorini- escucharán tanto a la defensa de CFK como a la fiscalía, en medio de una fuerte presión política y mediática. No se espera una resolución inmediata, pero sí marcará el rumbo del proceso judicial durante los próximos meses.

El origen de esta etapa del expediente fue la condena por corrupción en la obra pública de Santa Cruz, causa en la que Cristina fue hallada culpable de administración fraudulenta y sentenciada a seis años de prisión e inhabilitación perpetua para ejercer cargos públicos. Aunque la sentencia aún no está firme, el tribunal dispuso que comience a cumplir arresto domiciliario mientras se resuelven las apelaciones.

Entre el operativo clamor y la estrategia judicial

Desde el entorno de CFK denuncian una persecución judicial y aseguran que la prisión domiciliaria es parte de una maniobra para impedirle participar activamente en la política. Sin embargo, la defensa legal se ha centrado en garantizar que la medida se cumpla con las condiciones que aseguren la salud y el entorno de la expresidenta, evitando traslados innecesarios o limitaciones adicionales. Por eso, todas las instancias se vienen realizando por videoconferencia.

La audiencia de este lunes podría convertirse en otro capítulo de tensión institucional, con sectores del kirchnerismo movilizados y atentos a cualquier decisión adversa. Mientras tanto, Cristina espera desde su departamento, sin margen de maniobra pública pero con un ojo puesto en los tiempos judiciales y otro en el tablero político.