El Consejo de Mayo vuelve a reunirse este lunes en la Casa Rosada, con la reforma laboral como plato principal. El encuentro está previsto para las 9 en el Salón de los Escudos y contará con la presencia de los siete integrantes del órgano multisectorial creado por el Gobierno tras el Pacto de Mayo y Alfredo Cornejo en representación de las provincias. La cita promete menos presentaciones formales y más definiciones políticas.

El ministro de Desregulación, Federico Sturzenegger, llega con un borrador bajo el brazo. Según deslizan en su entorno, la intención es avanzar en una reforma que descentralice las paritarias y limite las cuotas solidarias. El Ejecutivo considera que es el primer paso hacia una reestructuración más profunda, que incluya también los sistemas previsional y tributario.

Desde la vereda sindical, Gerardo Martínez mantiene un tono moderado pero firme. Asegura estar dispuesto a dialogar, pero pone como condición el aval de la CGT. De hecho, mañana habrá reunión cumbre en la UOCRA para analizar los planteos del Gobierno. El rechazo a los techos salariales y a la criminalización de la protesta sigue firme.

El Congreso, después de diciembre

Aunque el oficialismo acelera las reuniones, sabe que el Congreso no es terreno fértil por ahora. Por eso, Milei apuesta a un escenario legislativo más favorable después de las elecciones. En su entorno lo dicen sin vueltas: "A partir del 11 de diciembre, nuestra posición va a ser distinta".

El Consejo se transformó así en una mesa de ensayo, donde se tantean posiciones y se amasan consensos. Mientras tanto, gobernadores como Alfredo Cornejo miden su sintonía con el Ejecutivo pensando en las urnas, y legisladores como Losada y Ritondo afinan sus propuestas. La pregunta es si de este diálogo discreto saldrá algo más que buenas intenciones.