La Corte Suprema se prepara para ratificar la condena a seis años de prisión e inhabilitación perpetua contra Cristina Fernández de Kirchner por corrupción en la causa Vialidad. La decisión, que podría conocerse en cuestión de días, pone en jaque su flamante candidatura a legisladora bonaerense y desata un terremoto político en pleno año electoral.

En el kirchnerismo ya se activó el operativo resistencia. El lunes por la tarde se reunirán diputados, senadores y dirigentes en la sede del PJ para definir los pasos a seguir. Mientras tanto, crecen los rumores de una posible movilización el martes, en una jugada que busca instalar el discurso de la proscripción como bandera de campaña.

"Me quieren presa o muerta"

Desde Corrientes, Cristina no esquivó el tema. "Salió el anuncio y se desataron los demonios", dijo entre cánticos de "Cristina presidenta". Advirtió que la quieren "presa o muerta" y desafió: "Si estoy tan acabada, ¿por qué no me dejan competir y me derrotan políticamente?". En paralelo, se victimizó, se comparó con Perón y redobló la apuesta: "Lo que nunca van a poder evitar que vuelva es el pueblo".

En los tribunales, en cambio, predomina el silencio. Rosatti y Rosenkrantz se llamaron a silencio, y Lorenzetti presiona por un fallo rápido antes de que Cristina logre fueros. En este escenario, la Corte se encamina a un fallo que podría cambiarlo todo, dejándola fuera del tablero político.